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miércoles, 19 de marzo de 2014

Arquitectura popular extremeña. La casa.

El tipo propio de arquitectura popular extremeña de la comarca es la casa de dos plantas con tres crujías paralelas a la fachada. Vivienda en planta baja cubierta con bóvedas y articulada por un pasillo transversal y “doblao” o desván en la segunda. Las crujías dependerán de la situación socioeconómica que tuviera la familia.
La vivienda es un hábitat de grandes dimensiones con muros de mampostería enlucidos y bóvedas de ladrillo. Los materiales no son visibles por el exterior, está constituida muchas veces por una fachada encalada desprovista generalmente de impostas que indiquen la separación de pisos. La bóveda es un elemento esencial en la vivienda extremeña, y su gran adaptación y empleo se deduce de la escasez de madera.
La fachada generalmente no tiene balcones sino tres pequeñas ventanas: una a cada lado de la puerta y otra arriba en el “doblao”. Así la casa queda soleada por medio de las ventanas y de la luz que penetra a través del patio interior. Las fachadas, lo mismo que los interiores se blanquean con la cal.
En cuanto la entrada, está presente un escalón que evita que las aguas que corren por la calle penetren al interior. Su situación queda determinada en el centro de la fachada. Es una puerta única en dos hojas de madera, por la que pasan también las bestias a través del pasillo al corral. El dintel y las jambas, perfectamente labradas en sillería de una sola pieza, son de granito; unas veces son visibles, pero otras aparecen escaladas como el resto de la fachada.
La entrada se corresponde con un pasillo central, a veces se encontraba empedrado con cantos rodados, que deja habitaciones en dos o tres crujías a ambos lados de él. Da paso en su extremo a un corral posterior con una pequeña cuadra y un gallinero, en el cual hay a menudo una construcción adosada dedicada a la cocina. En la mayor parte de los casos, la cocina se situaba en un principio en la segunda crujía, siendo luego trasladada a la estancia adosada, al corral,  por motivos de iluminación y ventilación. Presenta el pasillo una leve inclinación orientada hacia el corralón, con la finalidad de permitir una fácil limpieza de los excrementos de las caballerías. Al fondo de él arranca la pequeña escalera que conduce al “doblao”.
Yo voy a describir la casa de mi tía.



               
   Casa típica extremeña en Medina de las Torres. Tiene una puerta central con dos ventanas enrejadas a      los lados para dar luz a las habitaciones y tres balcones que son del “doblao”.




              
                                 La bóveda de esta casa, como se aprecia, esta pintada con cal.




                            
La entrada se corresponde con el pasillo central, que como podemos ver se encontraba empedrado con cantos rodados, para el paso de las bestias con el motivo de que no se rebalases, ya que antes no existía la puerta falsa.



                         
                     En esta foto vemos que del pasillo central salen habitaciones a ambos lados.



                       


                          
En el patio se encontraban la cocina y el cuarto de baño, la puerta que se ve a lo lejos da paso a un huerto donde sembraban hortalizas y donde había una cuadra, el lugar donde encerraban a las bestias. También era donde se hacían las necesidades ya que al principio no había cuarto de baño, ni tampoco agua corriente. Posteriomente se construyó y se metió en la casa el alcantarillado. Como no había mucho dinero, por esta casa pasaban el alcantarillado de dos casas vecinas más.


BIBLIOGRAFÍAS:


-          DE LA CRUZ SOLÍS, A.: Historia de la arquitectura en Extremadura. Sevilla, 1998.

-          RUBIO MASA, J.C.: Arquitectura popular extremeña. Extremadura, 1985.



lunes, 17 de marzo de 2014

Puerta de Jerez.

Según me he informado, el arco o Puerta de Jerez de Zafra es del siglo XV y es la única puerta que se conserva como tal de las que tuvo la muralla que en 1426 comenzara a construir el primer Señor de Feria, Gomes I Suárez de Figueroa. Corresponde a la puerta oeste de la otra villa de Zafra y toma su nombre de la bella villa pacense de Jerez de los Caballeros. Sobre el arco se sitúa una capilla cuya titular es la Virgen de la Caridad, pero que la ciudad conoce como capilla del Cristo de la Humildad y Paciencia, imagen de gran devoción popular que se  procesiona el Miércoles Santo por las calles de la Zafra antigua. En la cara extramuros llaman la atención las imágenes de los santos patronos del gremio de los zapateros y el pie castellano, una unidad de medida. Como todo edificio u obra pública, a lo largo de su longeva existencia ha sufrido múltiples modificaciones y restauraciones.





La Puerta de Jerez a comienzos del siglo XX, por su cara extramuros, que daba al Campo del Rosario.              
                                         
 La Puerta de Jerez por su parte exterior tiene un bello arco ojival, balcón central superior con dos hornacinas a cada lado y todo ello coronado por una airosa espadaña hecha de simple ladrillo. En este campanario se nos muestra el símbolo de la Villa que era el jarrón de las azucenas con los escudos de la Casa de Feria (un poco deteriorado durante la ocupación francesa).
El arco en sí es obra tardía (siglo XVII) pues la antigua puerta estaba en el torreón anejo el arco, en el cual se encuentra la figura ecuestre de Santiago Matamoros (los Feria estuvieron muy unidos a la Orden de Santiago) y debajo de la misma el arco de la que fue la verdadera puerta. Al salir por dicho arco nos encontramos con la Iglesia del Rosario y prácticamente en las afueras de la actual ciudad de Zafra. Al entrar por él nos adentramos en la calle de Tetuán que nos llevará hasta la Plaza Grande. En esta calle hay importantes casonas, entre ellas la que fuera Hospital de San Ildefonso, uno de los tres hospitales de la Zafra ducal, y antes de desembocar en la citada Plaza Grande, muestra su fachada principal la Iglesia de la Candelaria. Actualmente la zona del arco luce restaurada, habiéndose recuperado la fisonomía original del arco y de un sector de la muralla de Zafra. En la época medieval Zafra se sitúa en la línea fronteriza que dividía los reinos taifas de Sevilla y Badajoz, por lo que en 1030 se construye con fines defensivos un castillo en la Sierra del Castellar. De la misma manera, el segundo titular del señorío, Don Lorenzo Suarez de Figueroa empieza poco a poco a hacer de Zafra el centro del Señorío de Feria y continua así la construcción de la muralla, empezada a construir por su padre, la cual tenía como función tanto la defensa como la fiscalización de los vecinos, comerciantes y viajeros; la construcción duró desde 1426 hasta 1449.
La Puerta de Jerez, que hoy se encuentra perfectamente, da inicio a la calle Jerez, que tiene su principio en el zoco medieval de la Plaza Chica.




                                        
           La Puerta de Jerez en la actualidad, por su cara intramuros que sigue con la calle Jerez



                                    
                                         Otra imagen de la Puerta de Jerez en la actualidad



                            
                                                            Yo en la entrada del arco Jerez

                              


                                                        Fachada de la Puerta de Jerez



Una tarde estuve con mi madre en Zafra y ya de paso me hice todas las fotos que necesitaba. Primero estuve en la Casa de Aníbal González, después en el Convento de Santa Clara para hacerle una foto al escudo de los Suárez de Figueroa y por último en la Puerta de Jerez, la cual la vi en muy buen estado de conservación.
Una bujarda.


Una bujarda es un chozo de piedra o madera, del siglo XIX, que era antiguamente utilizado por las personas que trabajaban en el campo.
Se le podían dar muchos usos: como vivienda del pastor, como lugar para cobijarse, como pequeño establo para guardar cerdos, ovejas o cabras, como almacén…
Para construir la mayoría de estos chozos se utilizaban piedras, como la caliza o la pizarra, solían tener un techo llamado “bóveda falsa” que construían colocando piedras cada vez más cerca del centro de la estancia. Tienen una planta que puede ser circular o redondeada. El suelo podía tener piedras o ser de tierra, y algunas están recubiertas de barro, tierra o adobe para impermeabilizarlas o para que guardasen calor.
No eran muy espaciosas o altas, lo suficiente para que cupieran el pastor y su familia o animales, apretados. La puerta de entrada es bastante pequeña, para que no entrase mucho frío en invierno y mucho calor en verano.
Algunas bujardas pueden tener alacenas, ventanas o bancos e incluso chimeneas.
Se solían situar en cerros lo suficientemente altos como para divisar los contornos y vigilar el ganado. Hay 4 tipos de chozos:

-          Chozos de escoberas: Están construidos de material vegetal. Su planta es circular, y se levanta formando una estructura con una pequeña cúpula con varas y rollizos de madera, cubriéndose después con ramajes u otros materiales vegetales que son cosidos al armazón. Este tipo sólo se encuentra en Extremadura.

-          Chozos de escobera y piedra: Son chozos de planta circular, con paredes de piedra y cubierta de cono. Están construidos con rodillos de madera y ramas. También se les conoces como chozos de horma. Son típicos de la comarca de La Vera.


-          Chozos de piedra granítica o pizarrosa: Su planta es circular y sus paredes se van cerrando hasta formar una falsa cúpula. Estos chozos son los más abundantes en Extremadura.


-          Chozos más modernos: Tienen una planta oval o circular y sus paredes son de piedras, adobe o ladrillo. La cubierta se realiza con una viga que se cubre con tablas o palos, y en la mayoría de los casos se coloca una capa gruesa de barro para hacerla más robusta. Está techada con tejas de curva árabe.


                                    
                                                  Estos son los 4 tipos de chozos o bujardas


La bujarda que fui a ver con mi madre y mi abuela el sábado 15 de marzo, estaba en muy buen estado de conservación. Esta bujarda pertenece al tercer grupo, es de planta circular, tiene el techo de piedra y tierra y está situada en un campo entre Medina de las Torres y Puebla de Sancho Pérez. Algunas bujardas tienen falsa cúpula y banco adosado pero ésta no lo tiene. Tampoco vi ninguna ventana o alacena. En el interior tiene una chimenea. Me gustó mucho la experiencia ya que no había visto nunca ninguna bujarda.



                                                             Yo delante de la bujarda


               
                                         Aquí estoy yo al lado de la chimenea de dicha bujarda


Escudo de los Suárez de Figueroa.


La casa de Feria es una casa nobiliaria originaria de la Corona de Castilla,  cuyo nombre proviene del Señorío de Feria, luego Condado de Feria y después Ducado de Feria. Es la más importante familia nobiliaria que se estableció en el sur de Extremadura en el medievo, tanto por las dimensiones que alcanzará su estado señorial como por el protagonismo de sus titulares en la historia de Extremadura y de España.
El escudo de los Suárez de Figueroa está compuesto por un blasón que va unido a la historia de una familia, los Suárez de Figueroa, que exhibieron durante siglos el honorífico título de Señores, Condes y Duques de Feria, y que se compone de ese conjunto de cinco hojas de higuera, en campo de oro con las hojas de sinople, colocadas en aspa o "sotuer" que se multiplica y se exhibe en la mayoría de los monumentos, iglesias, conventos, hospitales de todo el territorio de este título, en las diecisiete poblaciones que lo comprenden.
El mismo apellido de los "Figueroa" está haciendo alusión a esas hojas de "figuera" (higuera), que constituyen el origen de los primeros miembros de la familia, y que ha sido cantado y explicado por un insigne poeta nacido en Zafra, el llamado Cristóbal de Mesa, que siendo muy allegado a los Señores de Feria, les dedicó varios poemas laudatorios y de agradecimiento a los muchos favores de honra y dinero, que de ellos recibió.

                                
                               Escudo de los Suárez de Figueroa con las cinco hojas de higuera


En su libro de poemas titulado "Las Églogas y Geórgicas y Rimas" publicado en 1607, hay una "Canción al Duque de Feria" y otra "Elogio a los Duques de Feria", en las que se hace alusión a este origen y que en estas páginas vamos a ampliar debidamente para conocimiento de todos los vecinos de esta población. Comienza el escritor zafrense con una simbólica anécdota en la que son protagonistas un caballero gallego llamado Fernando Fernández y otro hermano suyo, cuyo nombre se ignora. Estos señores con sus mesnadas de guerreros atacaron a una expedición musulmana en la que se conducían a Córdoba las "Cien doncellas cristianas", que eran reclamadas anualmente por los moros como tributo de guerra ganado a los cristianos por el lugarteniente del emir moro de Toledo, y que es una de las leyendas españolas más significativas de los primeros años de la Reconquista.
El rescate de estas doncellas, entre las cuales estaban dos mujeres que eran las amantes de los susodichos caballeros gallegos, tuvo lugar en tiempos del rey astur Mauregato (783-788) una gran batalla librada junto a la villa de Peyto Burdelo, en un amplio campo que estaba sembrado de árboles de "higuera", y a partir de este suceso, la familia de aquellos dos héroes, que lograron rescatar a estas mujeres, asumió como escudo heráldico, estas simbólicas hojas, que dieron también origen al apellido "Figueroa".
 De este modo, Cristóbal de Mesa daba forma poética a la ascendencia de los de Feria, Los Suárez de Figueroa, con su escudo de las cinco hojas de higuera, que arribaron a las tierras de Extremadura desde Galicia, parece ser que en la segunda mitad del siglo XIV, inaugurando el Señorío de Feria en 1394, con las tres poblaciones de Feria, Zafra y La Parra, aunque es probable que un siglo antes, sus hombres ya habían intervenido en la conquista de Cáceres, donde se dice que fundaron una casa en aquella noble ciudad.
 Otro autor extremeño, el llerenense Luis de Zapata, en el canto 25 de su libro "Carlo famoso" describe también en verso el escudo de los Suárez de Figueroa, que llegaría a formar el símbolo heráldico de una familia, que se iba a hacer importante en la historia de la nobleza española, en tiempo de los monarcas de la casa real de Trastamara:

"Las cinco verdes hojas de higuera
en el escudo de oro bien pintado
que así a los suyos de la edad primera
los Condes de Trastamara han dejado:
son las armas de los que en tal manera,
 de Figueroa, como ellas, se han llamado,
los que traen estas hojas por sus gentes,
son caballeros claros y excelentes".

  Y la hermosa y altiva villa de Feria, unida tan íntimamente en su historia y en sus hombres a esta familia, cuando llegó el momento de adoptar un escudo local significativo de su pasado, no dudó en tomar para sí este bello blasón de las cinco hojas verdes de higuera, que tan bien se relacionan con ella, y la sitúa en el podio de las más honorables poblaciones de la región extremeña, como el mejor faro que se deja ver en una amplia llanura de la Tierra de barros.
                                             
                  
                               
             Yo delante del Convento de Santa Clara con el escudo de los Suárez de Figueroa.


                      

                                                      Escudo de los Suárez de Figueroa.

lunes, 10 de marzo de 2014

Casa de Aníbal González.

Aníbal González es un arquitecto español. Es el principal referente del regionalismo andaluz de principios del siglo XX. Nació en Sevilla en 1876 y era el primer hijo de los tres que tuvieron Catalina Álvarez-Ossorio y Pizarro y José González Espejo, sus estudios universitarios supusieron un esfuerzo para su familia que no poseía grandes recursos económicos, desde joven comenzó una gran afición hacia los libros, llegando con los años a completar una gran biblioteca.
Él se inspiró en diferentes estilos, los cuales pudo incluso combinar, tratando de usar materiales tradicionales. Siempre aportó un toque personal y sevillano a todos sus edificios. Fue vicepresidente del Ateneo de Sevilla.


                                             
                                                             Imagen de Aníbal González

El 25 de noviembre de 1902 recibió el título de arquitecto tras superar el examen de reválida con el número uno de su promoción.
El 9 de enero de 1920 sufre un atentado junto a su casa del que sale ileso, en el que le disparan dos tiros que no llegan a acertarle y del que fue autor un grupo anarquista del sindicato de peones albañiles, relacionado con la huelga de la construcción que en aquellos días se vivía en Sevilla. La reacción contra el atentado se materializó en una manifestación en su apoyo que recorrió la puerta de su casa. Desde entonces se dice que siempre iba acompañado por un guardaespaldas.

                                         
                                                     Casa de Aníbal González en Sevilla


El primer estilo arquitectónico adoptado por Aníbal González, tras finalizar sus estudios universitarios, fue el del modernismo, a pesar de que el estilo imperante en esa época, en Madrid, ciudad en la que había realizado sus estudios, era un estilo más tradicional, de líneas historicistas y academicistas, parece que pudieron pesar con más fuerza las influencias vanguardistas procedentes de Europa y Cataluña. Su adscripción al movimiento modernista le llevó a levantar diferentes edificios de este estilo en la ciudad de Sevilla, hecho del que hoy día quedan pocas evidencias, puesto que la destrucción de muchas de sus obras, hace que apenas se conserven edificios de este periodo. Sus obras más destacadas son el desaparecido Café de París, las casas para Laureano Montoto en la calle Alfonso XII y la subcentral eléctrica de la calle Feria.
También se atribuye la jabonera de Villanueva de la Serena.
A comienzos de 1927, por diversos roces con el nuevo comisario regio de la Exposición, José Cruz Conde, dimite como arquitecto director de la Exposición.
Cuando murió en 1929, a los 52 años de edad, estaba en la ruina, de manera que hubo que recaudar dinero para conseguir una casa para la familia. Está enterrado en el cementerio de San Fernando de la capital hispalense. El panteón, de diseño del arquitecto, es famoso por tener en su interior una copia del Cachorro.
Tras la muerte de Aníbal González, el pueblo de Sevilla decidió regalar a su familia una casa, en la entonces Avenida Reina Victoria. De su diseño se encargan, José Espiau y Juan Talavera y Heredia. Ambos grandes amigos enfrentados desde el incidente de la monumental, se reencuentran para rendir homenaje a Aníbal González. La casa se construye entre los años 1930 y 1932, siendo una de las villas más bellas de toda la avenida. Gran parte de esta belleza procede de sus miradores, que se abren a la avenida. Por un lado el mirador de Talavera, de doble arco de gran peralte, que recuerdan incluso a los de la mezquita de Córdoba, incorporándose un elemento decorativo, los festones de ladrillo tallado bajo las pilastras del mirador, siguiendo corrientes barrocas dieciochescas. Por otro tenemos lado el mirador ancho, que podemos atribuir a Espiau, dada la similitud que guarda con otros, como el de la calle Feria con Cruz Verde. Este mirador da volumen al edificio, formado por pequeñas ventanas de arco de medio punto, usa como elemento decorativo cuadrados de ladrillo tallado. El ladrillo tallado, resalta sobre el paramento blanco y es muy usado en la villa para la decoración de la misma, en modo de friso, cornisa e incluso en los clásicos marcos de puertas, marcos que nos recuerdan a construcciones y bocetos de Aníbal González quien sentía especial predilección por las formas clásicas, donde el ladrillo tallado daba mucho juego.

                           
                          Casa que regaló el pueblo de Sevilla a la familia de Aníbal González

 
                              
                                                    Miradores de la casa de Aníbal González

                     
                        
                                           En esta imagen se ven los dos miradores de la casa


                                         
                                                     Detalle de marco de ladrillo tallado



                       
                                                    Inscripción que le hicieron tras su muerte


En su fachada se halla un azulejo que recuerda el origen de la villa: “Esta casa hogar de la familia del gran arquitecto Don Aníbal González Ossorio se hizo mediante el esfuerzo y la aportación de todas las clases sociales deseosas de rendir un póstumo homenaje glorioso artista hispalense. La ciudad de Sevilla se enaltece a sí misma recordando en este lugar, al hombre insigne que levantó en su recinto tantas obras de imperecedera belleza. MCMMXXXII”.
En Sevilla le hicieron una estatua en su honor.

                                    
                                                        Estatua que le hicieron en su honor


La casa de Aníbal González en Zafra se encuentra en la calle Gobernador  nº 9, junto al Casino. Actualmente viven en ella la familia Ramírez Salas.
Se construyó en 1931 y se encuentra en muy buen estado. Está distribuida en tres huecos enmarcada por encintados de ladrillo aplantillado y azulejos sevillanos. La planta baja es muy plana y tiene rejas enrasadas en las ventanas.
En la primera planta hay ventanas con rejas que sobresalen y un balcón central.
Se localiza en una de las calles de Zafra donde mejor se conserva la arquitectura.
   



                               
                                               Yo delante de la casa de Aníbal González.



                      
                                                           Los balcones de dicha casa.

                            
                                                La fachada de la casa de Aníbal González


                        
                                                   Placa en la fachada de Aníbal González.


BIBLIOGRAFÍA:

-          TORO FERNÁNDEZ, B.: “Urbanismo y Arquitecturas Aristocráticas y de Renovación Burguesa en Zafra (1850-1940)”. Badajoz, 1994.

- GONZÁLEZ SERRANO, A.: "Aníbal González, el primer arquitecto regionalista andaluz. Aldaba, nº 31. Martos, 2011; pp.78-88.
Antonio Salazar Fernández.

Era abogado y el primer Cronista Oficial de Zafra D. Antonio Salazar Fernández nació en 1893 y murió en 1975. Fue también el primer historiador que utilizó el método científico para acercarse al pasado de la ciudad.
Era un lector incansable y bibliófilo, contó con una estupenda biblioteca que aún se conserva íntegra en el domicilio familiar de la calle Gobernador a modo de exposición.



                                                   Dibujo de Antonio Salazar Fernández

 Obra suya es El Castillo de El Castellar (Datos para la Historia de Zafra), que fue publicado en 1955 y de este libro se hizo una edición facsímil en el año 2005 ,en 2013 fue expuesta en el Museo de Santa Clara, y toda una serie de artículos que vieron la luz en la Revista de Estudios Extremeños o en la de Zafra y su Feria.
Es importante señalar que sus escritos siempre estuvieron animados del rigor, que procuró alejarse de las fantasías y los datos no contractados.


                           
                                     Libro El Castillo de El Castellar de Antonio Salazar Fernández

La exposición “Una mirada a la biblioteca particular de D. Antonio Salazar Fernández”, instalada en la galería alta del Museo, pretende dar una visión de la producción del cronista zafrense, de sus relaciones socioculturales y de su amor por los buenos libros.
Por su labor, el Ayuntamiento de la ciudad tuvo a bien dar su nombre a la Biblioteca Pública Municipal.
La Biblioteca queda inaugurada el 19 de junio de 1957 en un local de la sociedad “El Casino de Zafra”. A lo largo de los años ha tenido diferentes sedes: dependencias de la Casa Consistorial, instalaciones del Centro de Extensión Cultural y “Colegio Público Manuel Marín”. Finalmente se traslada en 1988 a la sede que ocupa actualmente, el edificio de la Lonja de contratación, construido en la década de los años sesenta.
Desde 1981 la Biblioteca Municipal lleva el nombre de este importante cronista de la Historia de Zafra, Antonio Salazar Fernández.

             
                                                Nombre de la biblioteca pública de Zafra


También fue fundador de la cofradía Nuestro Padre Jesús de Nazareno y María Santísima de la Esperanza. Esta cofradía se fundó el 18 de enero de 1920 en la Iglesia de la Candelaria.

BIBLIOGRAFÍA:

-          SALAZAR FERNÁNDEZ, A.: “El Castillo de El Castellar (datos para la Historia de Zafra)”. Badajoz, 2005.