Escudo de los Suárez de Figueroa.
La casa de Feria es una casa nobiliaria originaria de
la Corona de Castilla, cuyo
nombre proviene del Señorío
de Feria, luego Condado de Feria y después Ducado
de Feria. Es la más importante familia nobiliaria que se estableció
en el sur de Extremadura en el medievo, tanto por las
dimensiones que alcanzará su estado señorial como por el protagonismo de sus
titulares en la historia de Extremadura y de España.
El escudo de los Suárez de Figueroa está compuesto por
un blasón que va unido a la historia de una familia, los Suárez de Figueroa, que exhibieron
durante siglos el honorífico título de Señores, Condes y Duques de Feria, y que
se compone de ese conjunto de cinco hojas de higuera, en campo de oro con las
hojas de sinople, colocadas en aspa o "sotuer" que se multiplica y se
exhibe en la mayoría de los monumentos, iglesias, conventos, hospitales de todo
el territorio de este título, en las diecisiete poblaciones que lo comprenden.
El mismo apellido de los "Figueroa" está haciendo alusión a esas hojas de
"figuera" (higuera), que constituyen el origen de los primeros
miembros de la familia, y que ha sido cantado y explicado por un insigne poeta
nacido en Zafra, el llamado Cristóbal de Mesa, que siendo muy allegado a los
Señores de Feria, les dedicó varios poemas laudatorios y de agradecimiento a
los muchos favores de honra y dinero, que de ellos recibió.
Escudo
de los Suárez de Figueroa con las cinco hojas de higuera
En su libro de poemas titulado "Las Églogas y Geórgicas y
Rimas" publicado en 1607,
hay una "Canción al Duque
de Feria" y otra "Elogio a los Duques de
Feria", en las que se hace alusión a este origen y que en estas
páginas vamos a ampliar debidamente para conocimiento de todos los vecinos de
esta población. Comienza el escritor zafrense con una simbólica anécdota en la
que son protagonistas un caballero gallego llamado Fernando Fernández y
otro hermano suyo, cuyo nombre se ignora. Estos señores con sus mesnadas de
guerreros atacaron a una expedición musulmana en la que se conducían a Córdoba
las "Cien doncellas cristianas", que eran reclamadas
anualmente por los moros como tributo de guerra ganado a los cristianos por el
lugarteniente del emir moro de Toledo, y que es una de las leyendas españolas
más significativas de los primeros años de la Reconquista.
El rescate de estas doncellas, entre las cuales
estaban dos mujeres que eran las amantes de los susodichos caballeros gallegos,
tuvo lugar en tiempos del rey astur Mauregato (783-788) una gran batalla
librada junto a la villa de Peyto Burdelo, en un amplio campo que estaba
sembrado de árboles de "higuera", y a partir de este suceso, la
familia de aquellos dos héroes, que lograron rescatar a estas mujeres, asumió
como escudo heráldico, estas simbólicas hojas, que dieron también origen al
apellido "Figueroa".
De este modo, Cristóbal de Mesa daba forma
poética a la ascendencia de los de Feria, Los Suárez de Figueroa, con su escudo
de las cinco hojas de higuera, que arribaron a las tierras de Extremadura desde
Galicia, parece ser que en la segunda mitad del siglo XIV, inaugurando el
Señorío de Feria en 1394, con las tres poblaciones de Feria, Zafra y La Parra,
aunque es probable que un siglo antes, sus hombres ya habían intervenido en la
conquista de Cáceres, donde se dice que fundaron una casa en aquella noble
ciudad.
Otro autor extremeño, el llerenense Luis de
Zapata, en el canto 25 de su libro "Carlo famoso" describe
también en verso el escudo de los Suárez de Figueroa, que llegaría a formar el
símbolo heráldico de una familia, que se iba a hacer importante en la historia
de la nobleza española, en tiempo de los monarcas de la casa real de
Trastamara:
"Las cinco verdes hojas de
higuera
en el escudo de oro bien pintado
que así a los suyos de la edad
primera
los Condes de Trastamara han dejado:
son las armas de los que en tal
manera,
de Figueroa, como ellas, se
han llamado,
los que traen estas hojas por sus
gentes,
son caballeros claros y
excelentes".
Y la hermosa y altiva villa de Feria,
unida tan íntimamente en su historia y en sus hombres a esta familia, cuando
llegó el momento de adoptar un escudo local significativo de su pasado, no dudó
en tomar para sí este bello blasón de las cinco hojas verdes de higuera, que
tan bien se relacionan con ella, y la sitúa en el podio de las más honorables
poblaciones de la región extremeña, como el mejor faro que se deja ver en una
amplia llanura de la Tierra de barros.
Yo delante
del Convento de Santa Clara con el escudo de los Suárez de Figueroa.
Escudo de los Suárez de Figueroa.